"La bola roja" -Marcos Fernández- 4º curso
La oruga del abeto
Había una vez una oruga que vivía
en un abeto hasta que un día se despertó en una casa.
En la casa había un niño, una
niña, un perro y los padres de los niños. La oruga estaba asustada pero al
menos tenía comida para mantenerse unos meses. Cuando vio a los niños la oruga
se asustó mucho y se escondió en las bolas de colores. Cuando pasaron unos
meses se convirtió en una mariposa.
Un día que estaba la ventana abierta se fue volando a la
naturaleza.
Lin, Yifán -4º curso
El hada en el Belén
Había una
vez un hada que estaba en una tienda y como era Navidad estaba metida en un portal de Belén.
Un día unos
niños compraron el portal, se le
llevaron a su casa y le pusieron en una mesa. El hada se hizo pasar por la
figura del ángel, pero los niños tenían un perro y el perro vio al hada que se
rascó la nariz. El perro empezó a ladrar, el hada salió corriendo y el perro
detrás de ella. Entonces los niños lo vieron y lo metieron en un tarro se lo
llevaron a la policía y la policía la investigó. Pero al final la dejaron
libre.
DIEGO
GARCIA
La ardilla que
quería tocar las estrellas
Un día en un pueblo muy lejano había un bosque. En una rama de un árbol vivía una
ardilla que quería tocar las estrellas.
Pero ella no se
esperaba lo peor. El día 7 de Diciembre a los primeros rayos del sol, escuchó
un ruido que la despertó << ¡BAM! >>, sonó otro ruido, era que estaban talando el árbol, ella se fue
corriendo.
Por la noche vio una luz ella pensó que era una estrella,
pero cuando llegó solo vio a unos niños con una linterna, se entristeció, pero
cuando se dio la vuelta, vio a través de una ventana un árbol y encima una
estrella, pero no brillaba, bueno, entró por un agujero y de repente… le cayó
una baba, era de un gato. Ella se
escondió en el árbol.
Unos días después el 25 de diciembre unos niños cogieron los
regalos del árbol y encontraron a la ardilla y se la quedaron y vivió feliz y
comió bellotas.
Pablo Legaz 4º
Había una vez un ratoncito que se llamaba Pepe. Pepe vivía en
un bosque con sus amigos.
Un día pasaba por allí una niña y como el pequeño animal
estaba subido a un árbol, resbaló y cayó en la mochila de la niña.
Cuando llegó a casa de la niña no la vio tan bonita tan
bonita.
– ¿Será una casa de pobres? dijo el ratón.
La madre le dijo a la niña
-Hoy no vamos a comer nada ni mañana tampoco. El ratón sintió
mucha pena sabía que el día siguiente era Navidad y no podían quedarse sin
comer, se perderían el banquete de mediodía.
La familia se fue a dormir. El ratón no se podía quedar de
brazos cruzados, así que llamó a sus amigos los animales: castores, ratones,
pájaros y lagartos. Les dijo a los castores que tallaran un árbol en forma de
balancín para el bebé, les dijo a los ratones que si encontraban un abeto en el
suelo que lo trajeran, a la mitad del grupo de pájaros que fuesen a ver si encontraban
un trozo de cable de dos kilómetros y al otro grupo les pidió muchos trozos de
metal para hacer electrodomésticos, teles, neveras, tablets, lavadoras,
microondas y hornos y por último, a los lagartos les dijo que fueran por la
calle y trajesen muchísimas cajas de cartón para empaquetar los regalos.
Cuando llegaron todos, el ratón dijo:
-¡A trabajar!
Cuando acabaron solo les faltaba poner luces a toda la casa y
al abeto, empezaron a organizar el banquete. Sobre una mesa de cristal, los pájaros desde
el aire pusieron un mantel blanco en la
mesa, los demás animales pusieron la comida: arroz, zumo, frutas para el bebé, leche y por último
pero no menos importante, un gran pollo.
Luego, como la familia no se despertaba, también pusieron una
mesa para ellos.
Cuando la familia se despertó, vieron ese milagro y se
preguntaron:
-¿Quién habrá hecho ésto? e inmediatamente la hija vio a los animales, se
presentaron y comieron el banquete, luego abrieron los regalos y se pusieron muy contentos y dieron
mil gracias a los animales. ¡Y todos fueron felices y comieron perdices!
Autor: Ken Maguefo Emma Borel
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